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firstborn

Capítulo 4. Espacio Disforme.

Corvus y Micaelus estaban impresionados, la voz que habían oído en sus cabezas no era la voz de un niño, era una voz de un hombre adulto que provenía de un cuerpo de la mente de un chiquillo. El impacto causado por la telepatía en los Marines Espaciales no había sido tan traumático como que el niño hubiera conocido el nombre del Inquisidor.
-Has vuelto una vez más abominación. –El Inquisidor seguía mostrando su rostro de desprecio.
-Siempre vuelvo Alexandros, siempre vuelvo aunque me mates.
–Una vez más, las palabras volvieron a sonar en las cabezas de los tres humanos. Los Marines Espaciales estaban completamente desconcertados, esto era algo que los superaba.
-Y aquí estoy de nuevo para devolverte al lugar de donde no deberías haber vuelto. –El bolter del Inquisidor apuntó a la cabeza de Proteus y un minimisíl salió disparado de la boca del arma.
-Estúpido.
-El minimisíl quedó suspendido girando a un milímetro de la cápsula de éxtasis. -¿De verdad crees que vas a poder matarme? Ya he podido adaptarme a este nuevo cuerpo y conforme pasa el tiempo voy siendo más poderoso.
–El minimisíl seguía girando sobre sí mismo pero en un instante calló al suelo como si nada hubiera pasado.
Corvus miró estupefacto lo que había pasado delante de sus ojos, el poder que debía de poseer el tal Proteus era inmenso si a una distancia de menos de tres metros había conseguido parar en seco un disparo de bolter.
“Quizá tenía más poder que el mismísimo Emperador.” –El pensamiento del bibliotecario surcó brevemente su mente. “Es imposible, la verdad y la justicia del Emperador son infinitas.” –Micaelus apretó su puño por haber tenido un pensamiento hereje, el Emperador era la luz de la humanidad y su fe era tan gran grande que los salvaría de todos los engendros del universo.
-Micaelus, vuestro Emperador es un cadáver viviente que…
-¡¡HEREJÍA!!
La frase no terminó cuando el grito de Alexandros y los Marines Espaciales silenció la habitación.
-¡Silencio!
–El vidrio de la cápsula de éxtasis vibró durante unos instantes, mostrando unas pequeñas grietas por las que empezaron a salir gotas del líquido en el que estaba suspendido Proteus. Los tres humanos quedaron en enmudecidos y agarrotados, como si una fuerza extraña los hubiera vendado de la cabeza a los pies al igual que a las momias.
-Vuestro Emperador es un cadáver viviente que sólo quiere morir, solamente quiere descansar en paz, ya que cada día que sigue viviendo es una agonía constante. Todavía hay tiempo así que os voy a contar mi historia, aunque Alexandros ya la conoce, vosotros dos no.
–Tanto el Inquisidor como los Marines Espaciales miraban a Proteus fijamente, inmóviles, mientras la luz verdosa los inundaba.
-Hace 5000 años, nací con la cualidad de poder ver el Espacio Disforme y de poder desgarrar la realidad con un solo pensamiento, fui maldecido con el poder psíquico de un Alpha. Tal fue mi poder que mi concepción ya fue vista por los psíquicos del imperio. Ellos postularon que yo debía de ser eliminado, pero ya que mi poder era superior podría alimentar al Emperador agonizante que mora en su trono. El parto de mi madre fue seguido por un Inquisidor, incluso en el vientre de mi madre ya era consciente de lo que pasaba a mi alrededor. Arrebatado de los brazos de mi madre fui llevado a Terra para alimentar al Emperador. Cuando el emperador bebió de mi esencia sentí un gran pesar, no en mí, si no en él. Ya llevaba milenios agonizando, deseando morir para poder descansar en paz. Por alguna extraña razón mi esencia no fue destruida, mi conciencia, mi yo, se vio transportado al Espacio Disforme, ni siquiera tenía forma material, sólo era un pensamiento en un universo de horror, muerte y locura.
–El ceño de Alexandros se frunció más aún de lo que estaba y ligeramente movió un dedo. –Estuve siglos vagando por el Espacio Disforme, ejercitándome, luchando y matando engendros que se acercaban a alimentarse de mí, decidí llamarme Proteus, que significa el primero, ya que no ha habido nadie que haya sido como yo. Llegado un momento descubrí la manera de pasar a la realidad mediante la posesión de un psíquico y así lo hice. Por desgracia, fui descubierto por el Ordo Heréticus y fui eliminado. Al morir el proceso se volvió a repetir de nuevo, no tardé tanto en volver como la primera vez y volví a poseer a un nuevo huésped. Tarde o temprano me descubrían y mataban al cuerpo material que había poseído y cada vez el proceso se repetía y me iba haciendo más fuerte.
Hace 300 años volví y Alexandros fue el ejecutor de mi último recipiente, pero nuestra lucha fue encarnizada. Ahora he vuelto, pero con una diferencia, este cuerpo ha sido creado por mí, este cuerpo es energía psíquica convertida en materia y es indestructible porque forma parte de mi mente psíquica.

–El Inquisidor consiguió deshacerse de la atadura psíquica y volvió a levantar su bolter.
-¿Crees que te has liberado Alexandros? Iluso.
–Proteus volvió a sonreír y el brazo derecho de Alexandros se partió por dos partes. Sangre, carne, hueso y armadura se veían en su brazo derecho retorcidos en una amalgama de colores rojos y metalizados. El Inquisidor se agarró su brazo con una expresión de dolor intensa.
-¿No gritas Alexandros? No importa, ya ha pasado tiempo suficiente.
–De las paredes empezaron a mostrarse unas caras agonizantes, tentáculos, ojos, bocas, músculos, vísceras y un sin fin de atrocidades se retorcían por todas las superficies de la sala.
-He llamado a unos amigos. –Y una vez más, Proteus mostró una sonrisa en la miríada de cables que entraban en su boca.

Capítulo 3. Proteus.

La sala era blanca y pulcra, la estancia tenía la forma de un cubo perfecto, tenía pegadas a las paredes unos cubos de cristal en los que había diferentes objetos, trofeos de muchas batallas a las espaldas, recuerdos de muchos planetas en los que la guerra había sido el denominador común.
Sha´s O Vior´La Kauyon estaba sentado en un sillón de gran envergadura, ostentoso pero sencillo y minimalista, parecía que la sala y el sillón hubieran sido realizados conjuntamente.
El comandante Tau repasaba una y otra vez la estrategia que iba relegar a su hermano de batalla Kais, era hora de que Kais asumiera la responsabilidad que Kauyon creía. Como estratega, el comandante Tau no creía en que se lo debía de dejar todo masticado a Kais, le daría las pautas pero no la solución, de Kais dependería que la estrategia tuviera éxito, no de Kauyon.
Mientras estaba con la mirada perdida en el infinito abstraído en un combate mental de lo que podría ser la siguiente batalla que iba a realizar su sucesor, unas luces se empezaron a formar en medio de la sala.
Kauyon alterado por la visión de lo que estaba ocurriendo ante sus ojos cogió una pistola de inducción que sacó de su pistolera.
Las luces dispersas del centro de la sala empezaron a concentrarse en un punto justo en medio de la sala, un portal se abrió y la luz azulada que salía del mismo coloreó toda la estancia blanca.
Del portal salieron tres humanoides altos, le sacaban al Tau un par de cabezas. Kauyon se levantó tranquilamente y cruzó los brazos en su espalda escondiendo el arma.
-Saludos comandante Kauyon. –La voz era segura, tranquila y extrañamente bella. –Sentimos la intrusión, mas no debes temernos ya que venimos a pedirte ayuda. –Los humanoides se arrodillaron y Kauyon se relajó, aunque no lo suficiente como para disparar a la cabeza de alguno de ellos.
-Levantaos vidente, no es necesario que os arrodilléis ante mí. Decidme que queréis y si está en mi mano, os ayudaré. –Los tres Eldar se irguieron y se despojaron de los cascos.
-Mi nombre es Iluanne, vidente del mundo astronave de Eilsam. Desde que nacieron las estrellas mi pueblo y yo hemos surcado la galaxia entera enfrentándonos a seres que ni si quiera podríais imaginar, mas ahora, todas las razas están en peligro y debemos unirnos para enfrentarnos a un mal que nos supera. Os rogamos que vuestro pueblo se una a nosotros para luchar contra esta amenaza.
Kauyon estaba impactado, había tenido varios encuentros contra Eldars y sabía que éstos eran formidables guerreros además de una raza orgullosa. Si una vidente venía a pedirle que se uniera a ellos en la lucha, el mal al que se enfrentaba debía de ser muy poderoso.
-Vidente, a partir de ahora tenéis un aliado en vuestras líneas.

 

 

La nave de transporte inquisitorial se acercó a la nave insignia de los Alas Oscuras, se dispuso a una distancia suficiente como para estar cerca, pero no lo suficiente como para que pudieran chocar.

De uno de los hangares de la nave inquisitorial salió una Thunderhawk que aterrizó en el hangar de la nave de los Marines Espaciales.

Al abrirse la compuerta de la Thunderhawk salió un Inquisidor con una armadura de cobre, en la que se salpicaban sellos de pureza por doquier, un aura de luz alrededor de su cabeza y una gran capa con el símbolo de la Inquisición acrecentaban más su aspecto imponente.

Corvus y Micaelus esperaban al Inquisidor sin una expresión en su rostro, rectos y en formación como solo los Marines Espaciales sabían hacer.

-Capitán lléveme a donde tienen el sujeto psíquico. –La frase era imperativa, sin rodeos y con gran autoridad, un Inquisidor nunca malgastaba una palabra si no era necesaria.

-Acompáñeme por favor. –Corvus junto con Micaelus condujeron al Inquisidor por el laberinto de pasillos hasta la sala oscura donde se encontraba el niño.

Como antes hiciera con su capitán, el bibliotecario apretó el botón ubicado en la pared y la compuerta se abrió una vez más lentamente dejando que la luz verde se filtrara por toda la estancia.

-Proteus. –El nombre salió de los labios del Inquisidor con tanto desprecio que pareció que lo había escupido. Los ojos del niño se abrieron y miraron directamente a los ojos del inquisidor y una sonrisa se formó en su rostro en la miríada de cables que entubaban al niño.

-Cuanto tiempo sin verte, Alexandros.

Capítulo 2. Gamma


La plaza del pueblo estaba solitaria a excepción de una escuadra de marines y una hoguera en medio. El olor del aire era repugnante, la carne quemada apestaba a Caos, eran los restos de una secta adoradora de Slaneesh, los cuerpos estaban amontonados en el suelo y el humo ascendía hacia el cielo formando espirales.
Corvus, el capitán Marine Espacial del capítulo Alas Oscuras miraba con lástima los cuerpos ardientes de los ciudadanos herejes.
-La herejía se paga con la muerte, porque el Caos solo trae eso. -La frase fue escuchada por su amigo y mano derecha Arcturus.
-Sí hermano, para los que se han desviado de la senda de nuestro amado Emperador sólo les queda el tormento de la oscuridad y el dolor.
Esas palabras fortificaron a Corvus. "No debo tener lástima por ellos, ellos sabían el riesgo" pensó.
Miraron las espirales que ascendían hacia arriba y se percataron del color del cielo, era una amalgama de negros y violetas, se arremolinaban y parecían formar rostros que no presagiaban otra cosa sino el Caos.
Uno de los cuerpos en llamas se levantó del suelo como si estuviera manejado por un titiritero, se acercó a Corvus a trompicones mientras trozos de carne carbonizada se desprendían del cuerpo.
-¡¡Han venido!! ¡¡Ya están aquí, hemos sido elegidos, moriréis por no arrodillaros ante el poder del Caos!!
Corvus sacó su pistola bolter tan rápido que Arcturus quedó impresionado, primero hubo un destello y luego un casquillo dorado surcó el aire mientras dejaba un hilo de humo gris en su camino. El cuerpo del hereje cayó sin cabeza.
-Pues estaremos aquí esperándolos. -Dijo con desprecio mientras enfundaba su arma, se tocó su oído y frunció el ceño, dio la espalda a la pila de cadáveres ardientes y dictó. -Arcturus, que preparen la Thunderhawk para ir a la nave insignia.

Las idas y venidas de la Thunderhawk en algunos casos eran tranquilizantes, había muchos Marines Espaciales que se quedaban dormidos por el vaivén que tenía al despegar y durante la salida de la atmósfera, aunque Corvus odiaba volar, debía de ser porque de pequeño su hermano gemelo lo empujaba desde el tejado de su casa de madera. El nombre de su hermano vino a su cabeza "Quirión...", tuvo que matarlo siete años atrás, sacrificó al padre y a la madre de ambos para obtener el beneficio del Caos.
El puño de Corvus se cerró y el odio recorrió su cuerpo, el Caos le había hecho tanto daño... Pero tuvo suerte y lo reclutaron para ser Marine Espacial y descubrir realmente la divinidad del Emperador.

Llegaron a la nave insignia de los Alas Oscuras, tan rápido como desembarcaron Corvus se encontró con el bibliotecario del capítulo, Micaelus, éste esperaba de pie e impaciente.

-Corvus, necesito hablar contigo. –La voz de Micaelus era oscura y profunda, trabajada durante años para los interrogatorios que tenían lugar en las celdas del capítulo.

-Claro amigo, dime. –Ambos empezaron a andar por la intrincada estructura de la nave, puertas se abrían y cerraban cuando pasaban de una estancia a otra, Micaelus llevó a Corvus a lo más profundo de la nave, a una sala con tan poca luz y tan oxidada que parecía que nadie había pasado nunca por allí.

-Hemos encontrado algo que podría ayudarnos hermano. –La voz del bibliotecario estaba agitada, cosa extraña porque nunca perdía el control sobre sí mismo.

-¿Qué es? –Corvus notó el nerviosismo y se contagió, estaba impaciente por saber lo que le iba a rebelar el bibliotecario.

Micaelus pulsó un botón que había en la pared y una compuerta se abrió lentamente mostrando una luz verde, cuando los ojos del marine se hicieron a la luz vio un niño de no más de 11 años suspendido en un líquido burbujeante dentro de un frasco enorme de cristal y acero.

-¿Un crío? Me has hecho venir aquí para ver a un crío suspendido en éxtasis? –El capitán estaba furioso, un Marine Espacial de su rango estaba muy ajetreado a lo largo del día como para hacer escapadas inútiles.

-Espera Corvus, el niño es un psíquico. –La respuesta no convenció nada a Corvus.

-Micaelus, eres mi amigo, pero mi tiempo es oro. –El capitán se dispuso a irse cuando el bibliotecario le cogió por el hombro.

-Es un psíquico Gamma.

Los ojos de Corvus se quedaron abiertos mirando aquel niño suspendido en el líquido.

-¿Gamma? Pero eso es…

-¿Imposible? Eso es lo que yo creía hasta que hice un sondeo psíquico. Este niño es posible que sea nuestra salvación y la salvación de la humanidad.

-Un Gamma, es el nivel psíquico que posee un inquisidor, pero eso le lleva años de trabajo, es imposible que sea verdad Micaelus.

-Lo sé, lo sé, pero los datos y mi sondeo psíquico demuestran eso, yo me quedé tan asombrado como tú. –Ni siquiera se miraban a la cara, tanto el capitán como el bibliotecario miraban al niño que estaba en la célula de éxtasis.

-¿Lo sabe alguien más aparte de ti y de mí?

-He informado a la Inquisición, están de camino.

-Bien, bien.

Micaelus volvió a pulsar el botón que había en la pared y la compuerta volvió a cerrarse lentamente dejando de nuevo a los dos Marines a oscuras.

CC

Sara era una niña de pelo rojo como el sol del atardecer, y de ojos azules como el cielo despejado de una mañana de verano, también poseía una piel tersa y suave como su madre, a la que se le parecía mucho. Con tan sólo ocho años de edad, Sara era una chica muy espabilada, siempre era una de las primeras de su clase y le gustaba mucho pintar flores.

Ahora bien, desde hace un tiempo, Sara estaba intranquila. Su casa le daba malas vibraciones, no sabía por qué, pero no estaba a gusto en esa casa, al principio creía que era debido a la mudanza, ya que se mudaron de la ciudad a un pueblecito que estaba a las afueras. El Doctor Chosky le recomendó a su madre, que no estaba bien de salud, que se fuera a vivir a las afueras, ya que el aire puro le ayudaría en su afección.

La casa de Sara donde vivía era bonita, amplia, con un jardín y en un barrio residencial. De color beige, la casa era una de esas casas tan comunes que tienen los americanos, esas casas prefabricadas que con un poco de ayuda, uno podría montar sin problemas.

Un buen día decidió explorar la casa de arriba abajo, para buscar qué era lo que le hacía sentirse incómoda en su casa.

Desde la habitación de su madre, pasando por la cocina y el cobertizo exploró de arriba abajo toda la casa buscando “eso”.Toda la tarde perdió Sara en el proceso, ni siquiera los deberes hizo, así que tuvo que trasnochar un poco para terminarlos.

Cuando ya hubo terminado los ejercicios, se puso el pijama de rayas azules y blancas y antes de acostarse le entró sed, así que se fue a la cocina a por un vaso de agua.

Cuando bajó de la planta de arriba, vio una luz blanca, que iluminaba tenuemente el lado de la escalera.

-Quizás sean extraterrestres. –Pensó, ya que lo había visto una noche antes en un reportaje de la televisión. Con miedo, pero intrigada, decidió ver de dónde provenía aquella luz. Con mucho cuidado y sin hacer ruido, bajó las escaleras una a una.

Cual fue su sorpresa cuando vio de dónde provenía la luz.

Desde el armario de debajo de la escalera, se filtraba por debajo de la puerta esa luz tan misteriosa, Sara pensó que lo mismo había un ovni dentro del armario y que podría utilizarlo para darse paseos por el espacio.

Tras un rato, Sara decidió abrir la puerta del armario.

La luz iluminó su pálido rostro, sus ojos azules brillaron como los rayos de sol sobre el mar, la luz brillaba con distintas intensidades, aunque siempre de forma brillante, por una extraña razón, aunque la luz era muy potente, no deslumbraba verla directamente.

Sara apreció que el foco de luz, era una cajita pequeña, al principio se desilusionó ver que no era un platillo volante, pero que la luz proviniera de una cajita, era aun más intrigante.

Sara agarró la caja y la luz se fue. A oscuras y a tientas fue a la cocina bebió un vaso de agua fría y con la cajita bajo el brazo se subió a la habitación.

En su habitación Sara dejó la cajita en la mesilla de noche que tenía, junto a la lámpara que utilizaba para leer. Se dio cuenta de que la cajita tenía dibujitos alrededor de la misma, flores, hombrecitos y líneas enroscadas de oro estaban por las seis caras de la cajita.

-Que bonita. –Pensó.

Acarició la caja con dibujos y la caja se abrió, expulsando una luz azulada que invadió toda la habitación.

-Gracias por despertarme una vez más en mi larga existencia.

-¡Hablas! – Rápidamente se tapó la boca, el grito sorprendió a Sara ya que lo hizo sin darse cuenta.

-Sí, desde hace ya mucho tiempo, más del que puedo recordar.

-Vaaya. –Contestó Sara con admiración. -¿Y qué haces además de hablar? –Preguntó mientras se sentaba.

-Cuento historias que han sido, que podrían haber sido, serán o podrán ser.

-¿Son bonitas? –Preguntó.

-Algunas sí, otras son graciosas, otras son tristes y otras son de miedo. –Contestó la caja.

-¿Y tienes muchas historias? –Preguntó intrigada.

-Más que estrellas que hay en el cielo.

-¿Sí? Que bien, todas las noches me podrás contar una historia antes de dormir.

-Si eso es lo que quieres, así lo haré.

-Mi nombre es Sara.

-Yo no tengo nombre.

-Pues entonces te pondré yo uno, te llamarás... CC.

-¿CC?

-Si, son las siglas de Caja de Cuentos.

Y así conoció Sara a CC y noche tras noche, CC le contaba un cuento a Sara.

Capítulo 1. Destino

El hueso centelleaba tan claramente que cegaba casi como un sol, tan precioso era el hueso espectral como el espacio exterior con sus galaxias.
Iluanne estaba quieta, tranquila y calmada como un lago estancado, esperando a que una piedra cayera para que las ondas dieran movimiento al conjunto.
La armadura sencilla pero funcional, mostraba ya muchas batallas tras de sí al igual que la capa que le caía por la espalda. La vidente no mostraba ningún signo de vida.
De repente, el hueso empezó a brillar de forma distinta, los brillos danzaron y se movieron haciendo parecer que el mismo hueso se movía en toda su estructura.

-Vidente, cuéntanos para qué has venido a nosotros. -El sonido se oyó como un eco de mil millones de voces hablando al unísono.
-Oh queridos hermanos que ahora estáis en el circuito infinito, necesito vuestro consejo para los acontecimientos venideros. -El cuerpo de Iluanne estaba rígido al haber hecho contacto con los millares de eldars que habitaban en el hueso, antes estaba tranquila y calmada, pero ahora estaba concentrada, para no perderse en la miriada de conversaciones que había en el circuito infinito de hueso espectral y así mismo no perderse ella en el circuito.
-Formula tu pregunta Vidente. -Una vez más el sonido sonó como una multitud de voces hablando al mismo tiempo.
-Necesito saber qué consecuencias traerá la acción de los Mon-Keigh en el sistema Oklath. -A Iluanne le empezaba a doler el cuerpo, cada vez que entraba en circuito infinito deseaba con más fuerza quedarse allí, debido a esto, nanocristales de hueso espectral se formaban en su cuerpo con cada entrada.
-Las consecuencias serán muy perjudiciales para los Eldar, es necesaria una intervención. -La espera de esa respuesta le pareció a Iluanne una eternidad.
-¿No hay otro camino que el destino os muestre? -La pregunta se le hizo un nudo en la garganta.
-No vidente, no hay otro camino. –Las voces sonaron como una daga atravesándole el corazón.
-Gracias una vez más. -La vidente salió del circuito infinito exhausta, tanto que creía que iba caer de bruces contra el suelo, pero se contuvo al ver a su ayudante acercarse.
-Mi señora, espero órdenes. -Dijo el Eldar mientras agachaba su cabeza.
-Dad la orden de poner rumbo hacia el sistema Oklath.
-Sí mi señora. -El ayudante volvió a agachar la cabeza mientras se retiraba a dar la orden.

 

Mientras su ayudante desaparecía por uno de los pasillos, Iluanne cerró los ojos y lloró por volver a tener que llevar a sus hermanos a la guerra.

One more time

Después de mucho tiempo, he vuelto. Para alegría de unos y desgracia de otros.

Tras mucho meditar he decidido que este va a ser mi único blog, ya que el otro por desgracia no me ofrecía las ventajas de éste.

Espero que disfrutéis con los nuevos relatos.

Un saludo.

Ak. 

Los más poderosos, los más imbéciles.

Una vez más, estos americanos me sorprenden (nunca lo dejan de hacer, aunque sea para peor claro), como no lo habían hecho durante mucho tiempo.

Yo soy de los que si hay que estar con alguien, pues está claro que te alías con el más fuerte, siempre y cuando te convenga, todo hay que decirlo. Bueno, pues resulta que ahora los que parten el bacalao, son como durante bastantes años, los señores de Estados Unidos. Claro que viendo cómo son los ciudadanos de a pie los que votan a su presidente y que por lo que se ve, lo solucionan todo a bombazos, pues como que no me convencen nada.

Espero que pierdan el poder en breve. 

Para muestra, un video.

Esto es todo, mañana más.

¿De qué se sorprenden?

Hace poco salió a la luz la noticia de que el Gobierno de los EEUU posee bases como la de Guantánamo dispersas por todo el mundo. Es decir, que por el mundo hay bases militares secretas para encerrar a la gente sin que nadie se dé cuenta.

Yo cuando lo leí no me sorprendí, no me extrañaba nada que tuvieran este tipo de cárceles desperdigadas por todo el mundo, si los americanos lo han hecho, es que son más ingenuos de lo que creía. 

Esto en el país de las hamburguesas ha sido toda una sorpresa, pero claro, yo no sé de qué se sorprenden. Poseen uno de los mejores ejércitos del mundo (si no el mejor), y es uno de los paises que más dinero dedica al tema militar. También hay que tener en cuenta que es uno de los paises en los que la desinformación y la ocultación de información está a la orden del día.

Después de lo que hicieron a JFK no me sorprendo de nada de lo que haga el Gobierno militar de los EEUU.

Esto es todo por hoy, mañana más.

Yo soy friki, ¿y tú?

Ayer estuve en un cumpleaños, un cumpleaños en el que había que ir disfrazado de algún personaje de videojuego. Junto con otros tres amigos me disfracé de lemming. Un traje barato y bastante freak que nos salió por 4 euros.

El tema es que eramos los más ridículos pero los más llamativos, por la peluca de color verde manzana. La fiesta estaba muy bien porque vimos que no eramos los únicos frikazos de la fiesta, había una chica que estaba de toma pan y moja que se disfrazó de Pac-Man.

A lo que iba, el tema es que Oruga (el cumpleañero) hizo un concurso con preguntas frikis (cine, videojuegos, etc), en el que quedamos mi amigo Nestor y yo los segundos. Hubo un momento en el que sentí miedo, ya que me di cuenta que mi nivel de frikismo estaba muy por debajo de algunos de los presentes y pensé que estaban enfermos, claro que luego pensé que eso sería lo que pensaría más de uno de mí.

Ahora bien, me redimí al saber una de las preguntas bastante chungas. La pregunta era:

¿Qué juego de Street Fighter es en el que Ryu y Ken lanzan Hadoukens dobles?

Si la sabéis por favor ponedla, a ver si acertáis.

Esto es todo, mañana la respuesta.

Fowardeo de mis amores

El e-mail es una de las herramientas más útiles que se han creado, a mí por lo menos me soluciona muchos problemas con mi trabajo. Ahora eso sí, también tiene otras funciones, como llenar de mierda las cuentas de los demás con mails que muchas veces tienen poca o ninguna gracia.

Eso sí, los practicantes de la magia negra o los que disfrutan de las desgracias ajenas deben de ser muy felices, porque vamos, al no enviar los mails esos de cadena, debo de estar condenado al onanismo y mi mala suerte se debe de estar materializando ya, porque no he enviado desde hace varios años ninguno de ese tipo, es decir, que he roto la jodida cadena.

Ahora bien, de vez en cuando siempre te llegan perlitas en forma de mail (normalmente escritos, sin archivos de Power Point) que hace que uno se olvide de los e-mails pastelosos de ositos con corazones y de más fauna inmunda (con esto me refiero a todos aquellos que van acompañados de corazoncitos y besos y esas cosas). Pero como sabemos todos, los mails malos, nunca mueren y vuelven a la carga cuando uno menos se lo espera.

Así que la moraleja es, no continúes una cadena que va a dar mala suerte o que va a provocar gonorrea en alguno de los usuarios de internet, haz la vida más feliz a los demás borrando esos e-mails y mandando otros que contengan sexo o cualquier otra cosa que tenga que ver con mujeres, bebidas o chistes.

Esto es todo por hoy, mañana más.

El final de Mario

¿Nunca te has preguntado qué es lo que pasaba después de pasarte el juego de Mario Bros?

 Aquí está la respuesta

No me toques los piquetes

Como algunos sabrán (espero que muchos más de los que me imagino), el derecho a huelga es un derecho constitucional. Es decir, que no te pueden decir nada si haces huelga, eso sí, no esperes que te pagen un puto duro.

Ahora, se ha puesto de moda aquí en España el hacer huelga. Que me parece de putísima madre ya que esto demuestra que estamos en un país libre y que se puede hacer huelga sin miedo alguno. Pero lo que me jode, es que la gente que hace huelga (véase camioneros o, más recientes pescadores), les ha dado a obligar a la gente del sector a secundar la huelga.

No señores, miren, usteden pueden hacer huelga pero no pueden obligar a otra gente a hacer huelga, es más, no pueden bloquear un jodido puerto entero porque el gasoil es muy caro. Porque vale, tú como pescador puedes "querer" de dejar ganar dinero, pero la gente que tiene las pescaderías no. Eso sin contar, que está prohibido por ley obligar a alguien a hacer huelga.

Yo no quería tocar la política pero es que me tocan las pelotas estos últimos tipos que han llegado, porque se les sube todo dios a la chepa. Porque luego van a venir más detrás de estos pescadores, transportes principalmente. 

Así que creo que cada uno es libre de hacer huelga como quiera, eso sí, que no joda a los demás que ya tenemos bastante con lo nuestro. 

Esto es todo por hoy, mañana más. 

 

Cambio de planes

Pues al final este blog no lo dejo, lo utilizaré para escribir divagaciones mientras que el otro, lo utilizaré para escribir relatos.

Esto es todo, mañana más. 

Cambio de residencia

Un servidor se va de aquí, no para no dejar de escribir sino para ir a un lugar que desde mi punto de vista es mejor.

Así que aquí os pongo la nueva dirección a la que me mudo.

http://hikarijin.blogspot.com

 

Ni siquiera la gravedad puede impedir que vuele hacia el cielo

El precio de la guerra

El ejército americano necesita 150000 reclutas al año. Esos son muchos reclutas y por supuesto para ese trabajo hay reclutadores.
El Semanal cuenta la historia de uno de estos reclutadores, el sargento Murphy y uno de sus chicos reclutados que acabó muriendo.
Contaré la historia por encima; Murphy reclutó a un chaval llamado David, un chico negro de un guetto de Buffalo. David entró en el ejército con 16 años y necesitó el permiso de su madre que aceptó a regañadientes, claro que también fue persuadida por el señor Murphy. A los 18, David fue destinado a Oriente Próximo y por desgracias de la vida, mientras jugaba con unos amigos del ejército murió.
Ahora la madre está destrozada y el señor Murphy que fue destinado durante una temporada a Irak es ahora un paranoico.
Vale, está claro, mantener un ejército es caro, y los EEUU gastan mucho en su ejército que es uno de los mejores, si no el mejor, de todo el mundo.
La gente muere en las guerras, y más si estás enfrascado en una como lo está EEUU, para mantener ese nivel es necesario gente que reclute a personas para reemplazar los muertos.
Ahora bien, si te metes al ejército sabes que puedes morir en guerra, que no te lo cuenten es una cosa, pero si tienes las suficientes luces, pues está claro que es posible que te destinen al medio de la confrontación, así que en mi caso, yo por lo menos, me lo pensaría dos veces antes de entrar en el ejército.
Lo que pasa es que la gente parece ser que no se da cuenta de eso, la guerra es cruel, y más ahora, que los ciudadanos no estamos preparados. En la antigüedad la guerra era más o menos común y la muerte era vista con otros ojos. Pero ahora la gente parece no darse cuenta de eso.
Si te alistas en el ejército, tienes muchas posibilidades de que te manden a la guerra, más seguro que si estás trabajando de barrendero. Y si vas a la guerra, es posible que mueras.
Así que a quién intentan engañar, a mí me gusta la guerra, me gusta jugar a juegos de guerra tanto de ordenador como de tablero, creo que es algo innato en el hombre el tema de la guerra, es biológico desde mi punto de vista. Pero claro, una cosa es estar jugando en el ordenador o la consola o con miniaturas, y otra es meterte en el ejército a pegar tiros.
Con esto no quiero desprestigiar para nada el ejército, aunque puede que lo parezca. Actualmente debido a la mentalidad de la humanidad, o mejor dicho, de algunos de las personas que llegan al poder, es necesario tener un ejército y su labor es muy destacable. Se juegan la vida por nosotros.
Así que la gente no se queje si su hijo muere en combate, si está en el ejército sabe a lo que se atiene, y si no, que busque otro trabajo.
Eso es todo, mañana más.

Guapa por fuera, fea por dentro.

La estética actualmente guía nuestra sociedad en menor o mayor medida, en la nuestra bastante menos que en la americana pero le estamos pisando los pies con bastante rapidez.
Actualmente las adolescentes americanas suelen pedir por su graduación o por su decimoctavo cumpleaños un par de tetas, a ser posible grandes. Como hombre no debería de parecerme mal, mujeres con tetas grandes y voluptuosas, pero me lo parece. Me lo parece porque creo que no es un regalo acorde, es una muestra más de que si tienes físico, no importa lo gilipollas o imbécil que seas, ¿que se consiguen cosas gracias al físico? Y chupando pollas también.
Las adolescentes españolas van llevando el mismo camino, porque el número de operaciones de cirugía estética entre adolescentes se ha elevado exponencialmente. Yo creía que esta sociedad, la española, no estaba tan idiotizada por los mass media, pero por lo que parece me equivoqué.
Y esto lo potencian en gran medida los programas del tipo, Gran Hermano y sucedáneos, que para ganar billetes sólo es necesario ser puta y a ser posible con tetas grandes.
No se incentiva por parte de ningún medio el que cada uno piense por sí mismo y que el interior es importante más que el exterior. Esto no me lo tomaba muy en serio hasta que conocí a las compañeras de carrera de una amiga, que su plan de fiesta era arreglarse hasta los pelos del coño y a ver a cuantos tipos se podían ligar, eso sí, iban en plan guarras pero de sexo nada caballero.
Espero que las generaciones que vienen no caigan en este gusto excesivo por la estética, aunque visto lo que hay ahora, el patio no está como para pedir milagros.
Esto es todo, mañana más.

Piensa antes de comprar

Un video que me ha impactado bastante.
¿Te gustan las pieles?

Diario 2

Pues sí amables lectores (que creo que sois dos contándome a mí), este pobre mortal ha tenido que volver a la realidad y ha tenido que ponerse de nuevo manos a la obra. Pero a un nivel que llega al agobio, teniendo que entregar un par de proyectos, hacer un trabajo en el que estoy metido y todo esto sin tener en cuenta otros factores, como mi tiempo libre, que se ha visto mermado en un 90%.
¿Esto es malo? Sinceramente, para mí no. El volver a un ritmo de vida normal era necesario, después de una serie de semanas de completo descontrol horario. Como saben los que me conocen bien, soy bastante nocturno, en ocasiones mi madre me dice que soy un murciélago, esto conlleva el vivir al revés, menos mal que tengo a mis amigos Radical Ed y Lute para hacerme compañía en esas noches de desvelo y aburrimiento, que por lo general, suelen ir acompañadas de una noche intensiva de Magic o de videojuegos.
Lo creáis o no, ya estaba bastante cansado de esto, es decir, estaba cansado de salir, emborracharme, salir y hacer maratón de Magic, o pegarme unas sesiones de Smallville de mírame y no te menees.
Primero porque mis bolsillos no pueden soportar ese ritmo y segundo acabo agotado porque mis horas de sueño se reducen bastante.
Finalmente, espero que ahora que estoy bastante más agobiado, pueda ir actualizando esto con más regularidad que últimamente.
Eso es todo, mañana más.

Diario 1

Pues parece ser que no voy a dejar esto, porque cuanto menos tiempo tengo, más cosas quiero hacer, quizás para evadirme de mis obligaciones más importantes.
Hoy me he levantado a las 7:45, increíble si lo pienso detenidamente ya que llevo todo el verano levantándome como muy temprano a las 12, creo que se debe a la meditación alfa, ya comentaré algún día de que va esto.
El problema, que no he estudiado hasta bien entrada la mañana, cuadno no debería de despegarme de los apuntes, espero pillar un ritmo intensivo a partir de mañana, a ver si lo consigo.
Ahora mismo me siento envuelto en una nube de humo de tabaco que entra y sale de mis pulmones enroscándose como un tornado.
Espero que esto mejore.