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firstborn

Capítulo 2. Gamma


La plaza del pueblo estaba solitaria a excepción de una escuadra de marines y una hoguera en medio. El olor del aire era repugnante, la carne quemada apestaba a Caos, eran los restos de una secta adoradora de Slaneesh, los cuerpos estaban amontonados en el suelo y el humo ascendía hacia el cielo formando espirales.
Corvus, el capitán Marine Espacial del capítulo Alas Oscuras miraba con lástima los cuerpos ardientes de los ciudadanos herejes.
-La herejía se paga con la muerte, porque el Caos solo trae eso. -La frase fue escuchada por su amigo y mano derecha Arcturus.
-Sí hermano, para los que se han desviado de la senda de nuestro amado Emperador sólo les queda el tormento de la oscuridad y el dolor.
Esas palabras fortificaron a Corvus. "No debo tener lástima por ellos, ellos sabían el riesgo" pensó.
Miraron las espirales que ascendían hacia arriba y se percataron del color del cielo, era una amalgama de negros y violetas, se arremolinaban y parecían formar rostros que no presagiaban otra cosa sino el Caos.
Uno de los cuerpos en llamas se levantó del suelo como si estuviera manejado por un titiritero, se acercó a Corvus a trompicones mientras trozos de carne carbonizada se desprendían del cuerpo.
-¡¡Han venido!! ¡¡Ya están aquí, hemos sido elegidos, moriréis por no arrodillaros ante el poder del Caos!!
Corvus sacó su pistola bolter tan rápido que Arcturus quedó impresionado, primero hubo un destello y luego un casquillo dorado surcó el aire mientras dejaba un hilo de humo gris en su camino. El cuerpo del hereje cayó sin cabeza.
-Pues estaremos aquí esperándolos. -Dijo con desprecio mientras enfundaba su arma, se tocó su oído y frunció el ceño, dio la espalda a la pila de cadáveres ardientes y dictó. -Arcturus, que preparen la Thunderhawk para ir a la nave insignia.

Las idas y venidas de la Thunderhawk en algunos casos eran tranquilizantes, había muchos Marines Espaciales que se quedaban dormidos por el vaivén que tenía al despegar y durante la salida de la atmósfera, aunque Corvus odiaba volar, debía de ser porque de pequeño su hermano gemelo lo empujaba desde el tejado de su casa de madera. El nombre de su hermano vino a su cabeza "Quirión...", tuvo que matarlo siete años atrás, sacrificó al padre y a la madre de ambos para obtener el beneficio del Caos.
El puño de Corvus se cerró y el odio recorrió su cuerpo, el Caos le había hecho tanto daño... Pero tuvo suerte y lo reclutaron para ser Marine Espacial y descubrir realmente la divinidad del Emperador.

Llegaron a la nave insignia de los Alas Oscuras, tan rápido como desembarcaron Corvus se encontró con el bibliotecario del capítulo, Micaelus, éste esperaba de pie e impaciente.

-Corvus, necesito hablar contigo. –La voz de Micaelus era oscura y profunda, trabajada durante años para los interrogatorios que tenían lugar en las celdas del capítulo.

-Claro amigo, dime. –Ambos empezaron a andar por la intrincada estructura de la nave, puertas se abrían y cerraban cuando pasaban de una estancia a otra, Micaelus llevó a Corvus a lo más profundo de la nave, a una sala con tan poca luz y tan oxidada que parecía que nadie había pasado nunca por allí.

-Hemos encontrado algo que podría ayudarnos hermano. –La voz del bibliotecario estaba agitada, cosa extraña porque nunca perdía el control sobre sí mismo.

-¿Qué es? –Corvus notó el nerviosismo y se contagió, estaba impaciente por saber lo que le iba a rebelar el bibliotecario.

Micaelus pulsó un botón que había en la pared y una compuerta se abrió lentamente mostrando una luz verde, cuando los ojos del marine se hicieron a la luz vio un niño de no más de 11 años suspendido en un líquido burbujeante dentro de un frasco enorme de cristal y acero.

-¿Un crío? Me has hecho venir aquí para ver a un crío suspendido en éxtasis? –El capitán estaba furioso, un Marine Espacial de su rango estaba muy ajetreado a lo largo del día como para hacer escapadas inútiles.

-Espera Corvus, el niño es un psíquico. –La respuesta no convenció nada a Corvus.

-Micaelus, eres mi amigo, pero mi tiempo es oro. –El capitán se dispuso a irse cuando el bibliotecario le cogió por el hombro.

-Es un psíquico Gamma.

Los ojos de Corvus se quedaron abiertos mirando aquel niño suspendido en el líquido.

-¿Gamma? Pero eso es…

-¿Imposible? Eso es lo que yo creía hasta que hice un sondeo psíquico. Este niño es posible que sea nuestra salvación y la salvación de la humanidad.

-Un Gamma, es el nivel psíquico que posee un inquisidor, pero eso le lleva años de trabajo, es imposible que sea verdad Micaelus.

-Lo sé, lo sé, pero los datos y mi sondeo psíquico demuestran eso, yo me quedé tan asombrado como tú. –Ni siquiera se miraban a la cara, tanto el capitán como el bibliotecario miraban al niño que estaba en la célula de éxtasis.

-¿Lo sabe alguien más aparte de ti y de mí?

-He informado a la Inquisición, están de camino.

-Bien, bien.

Micaelus volvió a pulsar el botón que había en la pared y la compuerta volvió a cerrarse lentamente dejando de nuevo a los dos Marines a oscuras.

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