De qué sirve que tengamos tecnología para ir a la luna, de qué sirve que tengamos un sistema de comunicación en el que todo el mundo pueda estar comunicado, de qué sirve que tengamos calefacción comida y transporte, de qué sirve el dinero y las ideologías o la religión cuando un niño está en Rusia en la pobreza, un niño de la calle.
Un niño que como muchos otros como él, no pueden pensar en el mañana, no pueden pensar en un futuro porque para ellos sólo existe el presente.
Un niño que está enganchado a una bolsa llena de pegamento y que es su única forma de escapar la realidad que le ha tocado sufrir.
Un niño que es pegado por aquellos que se suponen que deben defenderlo, la policía cumple el papel de la muerte para muchos de ellos, el mismo demonio toma su forma y hace lo que nadie quiere ver.
De qué sirve intentar llevar un pais cuando los que se suponen que deben de heredar la tierra duermen a la intemperie y esperando que algo que nunca llegará.
El corazón se me encoge cada vez que veo algo así en la televisión, porque en esta sociedad esa realidad es para minorías, esas vidas de esos niños si que me importan y no que tal o cual persona se haya follado a otra o se vaya a casar o que haya pillado un resfriado, porque esas personas tienen recursos para poder seguir viviendo y esos niños no.
Odio este mundo porque lo controlan codiciosos, odio este mundo porque siempre llegan al poder los mismos hijos de puta de siempre y esos cabrones son los que nos manejan como títeres, echándose en cara unos a otros tonterías en vez de intentar arreglar el mundo.
Os odio, yo que intento no odiar, os odio, porque vivís apartados de la realidad y sólo os interesa el poder y el dinero, cuando eso es efímero, no hay gloria ni derrota en eso, eso es lo triste, que os dejáis atraer por unos valores que nada tienen que ver con las personas.
Cascarones vacíos, masas de carne y cráneos de cerebro putrefacto que mandan sobre nosotros, nos dirigen y dirigen a la humanidad hacia el declive.
Que os jodan cabrones.
Un niño que como muchos otros como él, no pueden pensar en el mañana, no pueden pensar en un futuro porque para ellos sólo existe el presente.
Un niño que está enganchado a una bolsa llena de pegamento y que es su única forma de escapar la realidad que le ha tocado sufrir.
Un niño que es pegado por aquellos que se suponen que deben defenderlo, la policía cumple el papel de la muerte para muchos de ellos, el mismo demonio toma su forma y hace lo que nadie quiere ver.
De qué sirve intentar llevar un pais cuando los que se suponen que deben de heredar la tierra duermen a la intemperie y esperando que algo que nunca llegará.
El corazón se me encoge cada vez que veo algo así en la televisión, porque en esta sociedad esa realidad es para minorías, esas vidas de esos niños si que me importan y no que tal o cual persona se haya follado a otra o se vaya a casar o que haya pillado un resfriado, porque esas personas tienen recursos para poder seguir viviendo y esos niños no.
Odio este mundo porque lo controlan codiciosos, odio este mundo porque siempre llegan al poder los mismos hijos de puta de siempre y esos cabrones son los que nos manejan como títeres, echándose en cara unos a otros tonterías en vez de intentar arreglar el mundo.
Os odio, yo que intento no odiar, os odio, porque vivís apartados de la realidad y sólo os interesa el poder y el dinero, cuando eso es efímero, no hay gloria ni derrota en eso, eso es lo triste, que os dejáis atraer por unos valores que nada tienen que ver con las personas.
Cascarones vacíos, masas de carne y cráneos de cerebro putrefacto que mandan sobre nosotros, nos dirigen y dirigen a la humanidad hacia el declive.
Que os jodan cabrones.
3 comentarios
Luis -
Aki -
Gracias Luis, pero creo que las pulgas no merecen que se les compare con esa gente, yo también ví ese reportaje de la 2.
Luis -
!PULGAS!